El juego previo tiene una gran importancia en las relaciones sexuales, ya que prepara el cuerpo del hombre y de la mujer para afrontar el momento del coito y poder llegar al orgasmo. La excitación es inducida por una compleja mezcla de estímulos mentales y físicos.
Contrariamente a la creencia popular, el hombre también necesita y disfruta el juego previo. Éste le proporciona la estimulación necesaria para lograr una erección firme y prepara al pene para el coito (aunque en el caso de sufrir eyaculación precoz hay que reducir los preliminares al mínimo).
En el caso de las mujeres esta fase es especialmente importante, ya que para que una mujer se excite por completo normalmente su cuerpo necesita una prolongada estimulación. Este juego previo hace que la vagina se dilate y comience a lubricar, lo que facilita la penetración y proporciona a la mujer el nivel de excitación suficiente para poder alcanzar el orgasmo.