No se trata de un afrodisíaco ni de una hormona, sino de un medicamento que ayuda a conseguir la erección cuando hay estimulación sexual. Se toma "a demanda", es decir, cuando se desea, y su acción comienza a la media hora y dura hasta cuatro.
El principio activo del Viagra es el sildenafilio, una sustancia que inhibe de forma selectiva una enzima llamada fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5), que se concentra especialmente en el pene. Esta inhibición se traduce en una dilatación de los vasos sanguíneos del miembro masculino, lo que permite la afluencia de la sangre cuando se está sexualmente estimulado y, por tanto, facilitar la erección.
No se recomienda más de una tableta al día. Como efectos secundarios puede presentar molestias digestivas, dolores de cabeza, enrojecimiento facial o dolores musculares. Está contraindicado en caso de enfermedades cardiacas y jamás debe asociarse a los medicamentos llamados nitratos.