Aunque el himen posee perforaciones por donde pasa el flujo menstrual, es cierto que con la primera penetración se suele romper del todo, o por lo menos en parte. Esta ruptura, aparte de algo de dolor o molestia, puede producir una pequeña hemorragia al desprenderse de la pared de la vagina.
Pero el himen es sólo una membrana que se encuentra a la entrada de la vagina y que no posee ninguna utilidad. De hecho, hay muchas mujeres que nacen sin él, sin que ello les suponga ninguna consecuencia negativa. Puede ocurrir que el sangrado no se produzca en el mismo instante de la penetración, debido al empuje del pene y a la propia fisiología femenina.
En todo caso, se trata de un hecho natural y sin importancia. Algunas veces el dolor es más producido por la tensión muscular y los nervios que por la propia penetración.