si eres consciente que hay riesgo de embarazo, lo mejor ante eso es hacerse una prueba de embarazo a partir de la tercera semana posterior al acto sexual.
También puedes aprovechar la visita al ginecólogo, para descartar si tienes problemas de quistes en los ovarios. Si el resultado es negativo para embarazo, sé responsable y cuidate con algún método anticonceptivo.