Los lubricantes son sustancias que se utilizan para paliar los problemas de lubricación femeninos y hacer que la penetración sea más fácil y placentera. También se emplean para facilitar el sexo anal. Además de para solucionar la sequedad, los lubrificantes se utilizan simplemente para aumentar las sensaciones placenteras durante el coito.
Por otra parte, este tipo de sustancias las recomiendan los ginecólogos a las mujeres que comienzan con la menopausia, ya que experimentan cambios fisiológicos que les impiden lubricar con normalidad.
Los lubricantes pueden comprarse en farmacias o en sex shops, condonerías o comercios especializados, ya que pueden adquirirse sin prescripción médica. Se presentan como cremas, geles o supositorios que deben estar hechos a base de estrógenos o agua. Hay que evitar los que tienen una base oleica, ya que estas sustancias, como los aceites corporales, vaselinas, etc. no son recomendables y pueden alterar la efectividad del preservativo.
Los geles lubricantes pueden ser aplicados en la vulva, el clítoris y dentro de la vagina con un aplicador o con el dedo antes del acto sexual. Para casos de sequedad severa se emplean supositorios vaginales.